martes, 31 de mayo de 2011

SIN NOMBRE

Desde que vivimos en esta zona, estaba ese señor parado en una intersección de avenidas; justo donde el semáforo le daba tiempo suficiente como para hacer su trabajo.

Con una caja en una mano y tres de las golosinas que trata este relato, en la otra, ubicadas como si fuesen dedos. Exclamando en voz muy fuerte: "turrones pa los pibes" "turrones pa los pibes".

Cada vez que pasaba con el auto, allí estaba él, proclamando con entusiasmo su oferta de venta, con la misma música y letra..."turrones pa los pibes", "turrones pa...

Tendría unos sesenta años tal vez. Parco en el modo de saludar, y digno en su actitud, como un buen trabajador.

Pocas veces le compré por la circunstancia de que mis hijos, mi esposa, y yo, no acostumbrábamos a consumir esos turrones.Solamente lo hice en un par de ocasiones y se los regalé a algún chico.

Nos identificábamos el uno al otro, ya que nos cruzábamos casi diariamente.

Y así pasaron dieciséis años con sus días y sus rutinas. En alguna oportunidad cruzamos unas palabras, que el movimiento vehicular no nos permitió continuar.

Nuestras miradas se encontraban y nos saludábamos un poco. Pero no nos conocíamos por decirlo de algún modo.

Lo cierto es que, de pronto ya no estaba mas. Y tomé conciencia de su ausencia, tal vez varios dias después. Se había transformado en algo así como parte del paisaje. Como un cuadro que de tanto estar, uno pierde la noción de su presencia e incluso no notamos su ausencia, si es que lo han sacado del lugar.

Me di cuenta de que ese hombre ya no estaba. No sabía su nombre. Y tampoco si estaba enfermo, vivo o muerto.

Quedó en mi interior como una especie de angustia. Una fea sensación. Era solamente uno mas....era un desconocido.

Aun suenan en mis oídos su exclamación cotidiana que repetía tantas veces por día....creo que le tomé afecto, a el y su cantar.... ¡Turrones pa los pibes!

viernes, 20 de mayo de 2011

SACA TU CONCLUSIÓN

Creo que en cierto modo, sabio, es aquella persona que deja una huella en la vida de los demás.

Una buena persona de mi edad aproximadamente, me contó un pedacito de la historia de su abuelo.

Vino a radicarse en la Argentina cuando tenía catorce de edad, con "una mano atrás y otra adelante".Trabajó mucho hasta que cinco años después fue al puerto a esperar a la novia que había quedado en España.Estaban orillando los mil novecientos. Se casaron, trabajaron y criaron muchos hijos. Este era el orgullo principal de aquellos tiempos. Fueron muy felices durante larga vida, con los condimentos inherentes , tanto sea de dolor como de alegría.

Cuando ella había fallecido, permanecía muchas horas sentado en una silla sobre la vereda, moriría en unos años, mas precisamente a los noventa y tres.
Siempre se lo veía contento, brindando muy buenos modos a todos los que pasaban a su lado.Alegre y de buen talante. Es que se sentía muy bien, muy conforme consigo mismo.

Evidentemente, no se trata de cuanto se vive, sino de cómo lo haces.

Un día un vecino que se detuvo a su lado para cruzar unas palabras, se animó a preguntarle...Dígame Don Manuel ¿como es que se lo ve tan bien?......

Luego de un silencio, éste le respondió: "mira, lo que yo hago es nunca discutir"

Eso no puede ser acotó el vecino de manera un tanto apasionada, es imposible que nunca haya discutido, nadie puede ser capaz de algo así...

Y será como tu lo dices entonces....contestó Don Manuel....

sábado, 14 de mayo de 2011

EXCLUIDOS

Hace un tiempo a la salida del banco me encontré con una de éstas personas que trabajan en el cirujeo con carro y caballo. Nos abrazamos espontáneamente porque hacía tiempo que no nos veíamos. Es que nos conocíamos bastante con el, su esposa y sus hijitos, y nos entendimos bien, a consecuencia del mutuo respeto. Inmediatamente me mostró con emoción las tarifas de la luz y del teléfono, expresándome así, como después de mucho trabajo, había logrado instalar.
Con insistencia me invitó a que los fuera a visitar para que conociera la casa que habían mejorado, con constancia y sacrificio.

La emoción que tengo por ésto no la voy a saber expresar en estas líneas. El vínculo logrado mediante el habernos sabido conocer y aprender uno del otro, ha sido importante y te diría que es así como se contribuye a la historia, entre otras cosas.



De estas personas se dice que estorban con su carro en el que circulan acompañados de sus hijos y en ocasiones por la esposa también.



El otro día vi a una abuelita que tiraba a pulmón de un carrito ayudada con mucho amor y entusiasmo por su nieta de unos doce años tal vez. Quedé conmovido al escucharlas hablar y ver como se trataban entre sí.



Vi también a un viejito, con el amor con que trataba a su caballo y la humildad con que recibía verdura y unos huesos con carne de un señor comerciante.



En realidad -reflexiono- cada uno ve las cosas de alrededor, según su predisposición interior.



Miro adentro mío....y descubro cuánto me falta crecer todavía.



Mis respetos para tantas personas que pasan desapercibidos por su humilde labor y que lo único que precisan es ser bien mirados y ocupar un lugar.......

martes, 3 de mayo de 2011

TRATOS

Hay quienes dicen que los cirujas o cartoneros tratan mal a los caballos.En algunos casos es cierto, pero en la mayoría es exactamente lo contrario. He visto como se desviven por brindarles buenos cuidados, al mismo tiempo de darles afecto. Tambien les demuestran agradecimiento por la ayuda que les brindan. Les tratan de dar agua limpia y la mejor comida posible; incluso muchas veces les compran avena para fortalecerlos. O como ese viejito, que le daba las bananas que le habían regalado y que él podía haberlas comido en su lugar.

En nuestra ciudad por ejemplo, han estructurado un plan de canje de nobles y silenciosos caballos por ruidosas motos para que esta sencilla gente las utilice en reemplazo. Es que muchas veces se opina desde el escritorio y sin conocer los modos de pensar y sentimientos reales de las personas; políticamente es mas redituable, ya que la mayoría de las personas no profundiza y saca conclusiones a la ligera. Ven un caballo lastimado -también sucede con los niños pobres algo parecido- y condenan a todos los que los utilizan. Por empezar, las motos son inadecuadas para ese trabajo, que tiene que ser, necesariamente pausado y cuidadoso. Agregando mas vertiginosidad a la urbe, no se soluciona nada. Los transeúntes debemos ser educados y andar a otro ritmo.Asimismo los grandes camiones que recogen basura, son inevitablemente mas lentos en cualquier país, y posiblemente interrumpan mas que los cartoneros.


No se trata de generar una polémica o producir discordia. Pero ante todo la verdad,con la verdad se construye, lo contrario destruye y genera innecesaria marginalidad. A pesar de mis tantos años de trabajo y de contacto con estas personas; desde hace un tiempo y con la intención de actualizarme y objetivizar mis apreciaciones, me he tomado el trabajo de observar a cuanto carro y caballo ha pasado frente a mí, teniendo en cuenta el estado del animal y la actitud del conductor. Y, hasta ahora,a la mayoría de los caballos los observé bastante bien atendidos y pocas veces he visto agresividad hacia ellos. He constatado algunos equinos flacos y a otros apurados por el conductor, debido al trato del tránsito vehicular que, en una mínima proporción se muestra agresivo o molesto con ellos.
Creo que tendremos que conocernos y educarnos un poco mas unos a otros.Tal vez, si es necesario, ayudar un poco a alimentar a los animales, a la vez que educar a los conductores de los automóviles.