martes, 16 de marzo de 2010

CAMINANTES

Nosotros vivimos sobre una avenida muy transitada que viene a ser una ruta de acceso a la Ciudad.
Entre otras particularidades que tienen ese tipo de arteria, es que suelen pasar hombres caminando que venden distintas cosas para el hogar o para uso personal. Broches para la ropa, frazadas, herramientas, etc.
Tambien circulan personas que predican distintos credos religiosos, a los que, si tenés tiempo, te ofrecen llegar al cielo de muy variados modos. Si aceptás escucharlos, no paran de hablar. Y si llegás a demostrar aburrimiento, les puede llegar a molestar y hasta ofenderse. Parece que están convencidos de que su verdad es la verdadera.
A los vendedores suelo atenderlos de vez en cuando, al mismo tiempo que les compro algo útil; ya que no me gusta decepcionarlos y jugar con su ocupación.
A otros que les compro, son aquéllos que venden panes artesanales, con cuyo dinero solventan un hogar de rehabilitación de adictos a drogas o alcohol.

Hace unos días llamó a la puerta un vendedor de medias de aceptable calidad. Lo atendí desde la ventana como suele hacerse en nuestro medio, al menos al comienzo. Me explicó que hacía esa tarea porque se había quedado sin su trabajo y tenía que alimentar a su familia. Creí en su versión pero le respondí que no necesitaba y que le deseaba suerte. Percibí en su mirada algo de tristeza. Se alejó sin decir nada.
Pero a mí me quedó una duda de la que no me puedo escapar. Es como un pinchazo en el corazón...¿no podría haber hecho un pequeño esfuerzo y comprado algunas medias?
Les confieso que me siento algo mal por eso. Ya que con ello no iba a cambiar el mundo pero...

16 comentarios:

Vaeneria dijo...

Totalmente de acuerdo con vos, Lao. Tal vez no se cambie todo el mundo por comprar un par de medias, pero si podemos mejorar el mundo en que vive un vendedor. No hacen falta milagros ni enormes logros científicos. Si con una sonrisa se puede dar mucho más, si con un oído que esté dispuesto se puede compartir una historia, si con un simple "Buen día" ya se mejora el humor del otro, ¿para qué complicarnos tanto? No se salva el mundo de un solo golpe, se salvan los mundo de cada de uno de nosotros, de a poco, pero con sincero interés.
Muy buena tu historia.
Saludos :)

LAO dijo...

Vaeneria muchas gracias por compartir
y por tu comentario tan positivo. Siempre pienso que "que si no podés dar nada, podés dar una sonrisa"; en la historia todo suma. Muchos saludos

Gla dijo...

Lao: El tema es que quizás no nos alcance el sueldo para comprarle a tooooodos los vendedores ambulantes, darle monedas a todos los pibes que limpian vidrios u ofrecen estampitas...
Yo confieso que no me puedo rehusar cuando son chicos. Así sea para evitarles un golpe por volver a su casa sin el dinero suficiente...
Debo reconocer que me enojan sobremanera cuando hay mujeres que utilizan a sus hijos para dar lástima.
Yo estuve meses para conseguir alguien que me ayudara con la limpieza y esta gente elige la comodidad del pedir...

Anónimo dijo...

a veces siento eso también, y me digo que no se puede ayudar a cada persona que se nos cruza con alguna necesidad, aunque sirva quizas por lo menos ayudar a algunos.

a los que si ayudo es a esos chicos, quizas mas chicos que los mios, que están en el tren, no pidiendo, sino vendiendo algo, con el esfuerzo que implica intentar vender a gente que ya está como insensibilizada y ciega y sorda a lo que pasa alrededor, y pienso ellos están en la calle tan temprano, mientras los mios están quizas comodamente durmiendo todavia en sus camas.... tanto esfuerzo me parece importante apoyar, podrian estar robando o en otra historia, y sin embargo, salen a pelearla.

un beso

Anele dijo...

Si no puedes dar nada siempre puedes dar una sonrisa. Qué cierto es amigo.

Un placer leerte, cómo se nota que la vida es la mayor de la escuelas.

Salgo del blog de Angus. Allí dejaste un comentario de los mejores que he leido ultimamente.

Te dejo mi sonrisa.

;)

LAO dijo...

Gla, es cierto lo que decís, aunque no siempre los chicos son tratados así. Uno se sorprende de la ternura que encuentra en los hogares humildes
cuando son buenos. En realidad yo me refiero a los que trabajan en lo que pueden.Muchas gracias y saludos.

LAO dijo...

nadasepierde. Tenés razón, por lo menos hay que tratarlos bien. No tenemos que perder la sensibilidad por los que pasan cerca nuestro al menos... Muchas gracias y un beso.

LAO dijo...

Anele. Encantado con tu visita, me alegra que compartas. Muchas gracias, te dejo un saludo de amigo.

Isabel dijo...

Hasta aquí he llegado y te dejo un saludo

LAO dijo...

Isabel. Bienvenida, muchas gracias, nos "veremos" un saludo!

nieve dijo...

Conozco esa sensación, la he sentido en algun momento en que alguien me ha pedido algo por la calle o se me ha acercado uno de esos africanos que aqui venden bolsos de imitación y otros artículos y les digo que no necesito nada.

Los viejos oficios, aquellos que daban de comer, aunque fuera poco, a las familias. Ahora ya nadie los practica y muchos viven del subsidio de paro o van de acá para allá buscando trabajo para mayor riqueza de los que los explotan.

Besos.

Anónimo dijo...

hola
a veces nos equivocamos en un detalle en la vida, pero habiendo tomado conciencia ya, lo repararemos.
Y, respecto a quien menciona los que piden limosna o venden estampitas, no es lo mismo que ir a trabajar, tocando cada puerta
El que está vendiendo no tiene una actitud cómoda precisamente
Qué bueno que te detuviste y lo pensaste
Suerte

LAO dijo...

nieve. Hola y muchas gracias por opinar. Pienso que en las situaciones
extremas, también la creatividad se agudiza en los mas pobres y algún talento que les implique dignidad les permite ganar algín dinero para alimentarse; a pesar de que reconozco
que hay personas indiferentes e injustas. Muchos saludos.

LAO dijo...

Anónimo muchas gracias. Es cierto, no es lo mismo trabajar aunque a veces haya que humillarse un poco. Muchos saludos.

Gustavo dijo...

Hola Lao que tal. Bueno yo muchas veces hago eso. Hoy justamente a la tarde me cruce con uno que vendia soquetes. Y como tenia solamente uno agarre y le compre. No sabes. El tipo se quedo re agradecido. Medio como que me sorprendio. Me dio la mano y me dijo " muchas gracias por ayudarme, que pases Felices Pascuas" Quiza si iba a algun negocio de ropa no me daban ni cinco o me trataban como perro.
A los que no le doy mas nada es a los pibes que piden monedas por la calle. Me cansaron. Cada vez que lo hacia me pedian mas ( y encima de prepotente). Onda que les daba una mano y me tomaban todo el brazo. Hasta llegaron a meterme la mano en el bolsillo a ver que tenia. Desde ahi dije A ESTOS BASTA.
Bueno eso. Te mando un abrazo y que andes bien. Chau

LAO dijo...

Gustavo. Comparto tu idea de la dignidad del que trabaja y hacer uno lo que puede para alimentarla. Espero que andes muy bien. Muchas gracias y muchos saludos.