sábado, 25 de abril de 2009

EN UN FUTURO CERCANO

Hace un tiempito, el hijo de unos amigos de los "muy", se estaba por casar ¿gran emoción en ellos se supondría? No, había un acompañamiento al suceso, pero con sensación de mal presagio...para ellos...sería un desastre. Es que era el segundo intento, dejando hijos pequeños en el primero incluso; y la suma de los hechos transcurridos, anunciaban un nuevo potencial fracaso.
Mi esposa Adela y yo, al ser muy amigos, hicimos el acompañamiento moral, tratando de sembrarles a todos un buen mensaje. Al saludar a la novia, me dió impresión que me dijera que ¡ojalá nos vaya bien!...ante lo cual respondí que "nunca se debía pensar así al dar ese paso...que el matrimonio era una lucha de a dos hecha para ganar". No cuento otros tristes detalles que se sucedieron para no latear demasiado.

Voy aclarando que ésto no es contra nadie, tengo por ejemplo, familiares , en situaciones parecidas, e irreversibles. Muchos padres son mas víctimas que responsables, a veces los dos, o a veces uno de los dos.

Los derechos del niño hoy son comidilla política y sacian la hambruna de prestigio de muchas organizaciones.

Pero lo cierto es que, el hombre y la mujer en general, se separan con mucha facilidad y el hecho de ser juntados o casados, tiene las mismas consecuencias. Y
que hay muchos que se casan o juntan pensando de antemano en el fracaso e incluso en varios casos firman un contrato sobre el probable destino de los bienes materiales.

¿Y los niños? Los niños que sufren la decepción de una promesa fallida, de padres que "estarían juntos para toda la vida" y que, en consecuencia, contarían con ellos de igual manera. Entre otras , estructurarán posiblemente, del mismo modo, la escala de valores de sus propias vidas; basándose en las mismas pautas recibidas, en la dicotomía PROMESA DE AMOR Y FRACASO.

Reconozcamos que hoy, hay suficiente información y lucidez intelectual como para prevenir el fracaso y no entregarse a él, "así como así" como si fuera tan fácil como bajarse del colectivo y seguir caminando. No es dificil comprender que la familia es una hermosa aventura de a dos, donde hay dos actores activos y luego, uno o más participantes activos que tambíen serán acreedores de la misma promesa de amor.

Les voy vaticinando que...al paso que vamos, los hijos estarán validados y capacitados para hacer demandas legales, con representantes habilitados, por los daños de doble abandono y negligencia. La torta se dará vuelta y los jueces no podrán desoir esos reclamos, trayendo duras consecuencias. Ello terminará siendo un factor de peso para que se tome con mayor responsabilidad, la desición de casarse, a la vez que los conflictos sean resueltos sin apresuramientos, tan perjudiciales, que dejan duras huellas en el crecimiento de la humanidad.

sábado, 18 de abril de 2009

KERMESSES

Eran muy lindas las kermesses en aquél entonces. Una verdadera fiesta para los chicos. En la Parroquia por la tarde comenzaba a "alborotarse el avispero". Eran los grandes y eran los chicos. ¿El objetivo?.. participar, juntar algunos pesos para alguna mejora necesaria, y, pasarla bien.
Había todo tipo de juego "fato in casa"; rueda giratoria con números para sortear un premio, latas pintadas que se apilaban en torre y que había que voltearlas a todas arrojándoles pelotas de trapo, carreras de embolsados, comidas caseras, venta de los clásicos "choripanes" argentinos (sandwich de chorizo), tiro al blanco y muchas variedades de cosas por el estilo.
Lo que me acuerdo muy claro es que...había alegría, fiesta, familias, tranquilidad y que, fundamentalmente se regresaba contento a casa.

Había un juego muy divertido que era una circunsferencia de casitas, una al lado de la otra,cada una con un número arriba, y una abertura hacia el centro. En el medio de la misma, había, encerrado en una caja pequeña, un llamado chanchito de la india o cobayo. El que participaba compraba un número de una de las casas. Entonces, el encargado giraba el chanchito, tapado con la cajita y mareado lo soltaba y éste entraba al azar en una de aquéllas. ¡Con algo tan simple nos divertíamos!... Me acuerdo que con un amigo compramos entre los dos un número porque no nos alcanzaba la plata. Y...¿saben que? ¡ganamos entre los dos, veinte pollitos!
Con mis diez pollos, que eran de buena raza, color rojo claro, pude reequipar el gallinero, del cual en ese tiempo me ocupaba por propia voluntad, porque siempre me gustó mucho hacerlo. A las gallinas blancas anteriores las había matado un perro de unos vecinos...
Para mí por lo menos...ese fué un hecho histórico e importante....Ah! un detalle final...siempre que puedo mantengo o retomo mis raíces... ¡tenemos con mi esposa un gallinero de esa misma raza!

lunes, 13 de abril de 2009

"INYENIERI"

Luego de la segunda guerra mundial sobre todo -nací en el 1946- aparecieron en mi pueblo, distintos personajes que nos enriquecieron en muchos aspectos. No sólo son historia, sino que la mayor parte de ellos encontraron mucho de bueno en nuestro país. Hoy siguen aquí, han tenido hijos en esta tierra, se han hecho parte de nosotros y nosotros de ellos.
Lo interesante es también, que no se han cerrado las puertas e ingresan muchos de otras nacionalidades, enriqueciéndonos culturalmente y creo que a la larga, será económicamente.Aunque éste sería un tema para analizar aparte,y nos llevaría un "rato" y nos sacaría del relato. Lo cierto es que en nuestro país se ha forjado una modalidad particular abierta al ingreso y al intercambio.
Uno de los personajes de los que les hablaba y que tengo grabado en mi feliz memoria, no pretendiendo con ello, excluir a los otros y de otras naciones. Era aquél, que teniendo yo unos cinco o seis años, se paraba frente al portón de mi casa, y con sus manos gruesas, toscas, curtidas por el trabajo, las golpeaba entre sí y llamaba para que le atendiesen. Cuando atendía, generalmente mi madre, rezaba la frase "SONO INYENIERI RECIBIDO EN LA ITALIA". Me acuerdo que en casa se le daba todo tipo de trabajo, porque a pesar de que mi "viejo se daba maña" como decimos los argentinos, trabajaba todo el día afuera y había algunos "laboros" que no podía hacer; en cambio este personaje, sabía desde podar con conocimiento, los frutales, hasta todo tipo de albañilería, etcétera y etcétera. Yo "me pegaba" a éstos sujetos, y no se me escapaba detalle...siempre amé el trabajo con las manos...siempre me gustaron las herramientas y supe usarlas en la realidad...inclinación heredada y contagiada por mi papá...y así y así... para los que siguen a través de mí...¡sono inyenieri recibido en la Argentina!
Vaya un humilde homenaje, para estos paises que, en cierto modo "nos criaron y nos vieron crecer". Los cuales se han arraigado en nuestras benditas tierras...

viernes, 3 de abril de 2009

PEQUEÑO HECHO MISTERIOSO

Mi esposa Adela y yo, nos fuimos por trabajo; a vivir a unos cuatrocientos kilómetros de donde hoy estamos. Lejos de nuestros pagos, mucho más jóvenes -la mitad de la edad que tenemos ahora- ¡calculele amigo!- y con nosotros, nuestros dos hijos, un él y una ella, chiquititos ellos. La distancia parecía muchísimo mas larga, ya que hace mas de treinta años. Las visitas de familiares eran esporádicas.
Las veces que iban mis suegros por ejemplo, era una fiesta. Todos la pasábamos bien. Por ejemplo él me acompañaba en los viajes de trabajo...íbamos en mi auto atravesando campo, kilómetros y visitando pueblitos.
Lamentablemente Don Tito, así le decíamos, enfermó repentinamente en una de las visitas y mi cuñado tuvo que ir a buscarlo para hacerlo atender por los médicos.
Nosotros desde dónde vivíamos, pasamos mucha angustia, sobre todo Adela, porque no recibíamos noticias, y, cuando las teníamos, no sabíamos si nos decían toda la verdad para no preocupar, como suele ocurrir en estas situaciones. Además, ustedes vieron que con la distancia...todo tiende a aumentarse o distorsionarse.
Entonces, había mucha expectativa y tensión. Precisamente allí, en uno de esos días, cuando salgo a la puerta, encuentro un cartoncito de aviso de telegrama. Qué otra cosa podía ser que algo sobre Don Tito. Entonces lo guardé y a Adela no le dije nada, para no preocuparla, hasta saber. Me quedé entonces con el secreto en la cabeza, hasta que pudiese ir a la Oficina de Correos, en alguna ocasión que se presentara. Dicho sea de paso, era completamente inusual que nosotros recibiéramos un telegrama.
Pasaron unas horas y todavía no había encontrado la excusa para ir. Hasta que suena el timbre y, estando ella lejos de mí, la casa era muy grande, sorpresivamente exclamó gritando........¡EL TELEGRAMA! . Ante lo cual me quedé desconcertado, desorientado y "qué se yo qué"; ya que no le había contado, insinuado, ni sombreado un atisbo de información sobre el aviso que encontré en la puerta. Tuve que disimular y preguntarle "¿de qué telegrama estás hablando?"
ante lo cual no supo que responderme, ya que no sabía por que había gritado "el telegrama" (¿¿¿???).
Aclaro finalmente, que el mensaje se trataba de algo bueno...era un aviso de mi viejo que venía a visitarnos y como lo había decidido de un momento para otro, tuvo que usar ese medio veloz para avisarnos.
Esta historia tuvo un final doblemente feliz. Ya que Don Tito se curó.Pasa por un caminito, pasa por otro...me quedo entonces con el misterio...que ya habrá tiempo para cementerio.